Si estáis leyendo esto, aún estáis a tiempo de salir huyendo. Yo no tuve tanta suerte.
Mi avión tuvo un retraso por avería. Llego al aeropuerto y primera sorpresa. La base de este negociete, me niego a llamarlo empresa, está fuera y debes encontrar donde está la parada del minibus lanzadera que tienen para llevarte a la base.
Llego a la parada y segunda sorpresa. Hay un montón de gente esperando y calculo que habrá que esperar unos tres viajes, casi media hora. Como la recogida del coche tiene tres horas de margen, llamo al negociete para avisar, pero desespero tras dejarme repetidamente colgado en la línea.
Llego a la base y tercera sorpresa. Hay multitud de gente esperando tras recoger su ticket de turno. Nueva espera de no menos de una hora.
Llego a ser atendido en uno de los mostradores, por cierto ninguno de este negociete, y cuarta sorpresa. Me dicen que como he superado tres horas desde la prevista, que el coche por el que yo había pagado tres días ya no está disponible, por lo que es de suponer que ha quedado disponible para nueva venta, y ellos no pueden hacer nada.
Preguntó por la devolución de mi dinero, 218€, y quinta sorpresa. Resulta que los del negociete que me han cobrado son un broker sin coches, y el rentacar que tengo delante se limita a cumplir el contrato con los del negociete. Si a las tres horas no se recoge el coche, queda libre para alquiler. Los del negociete se quedan con mis 218€, así que si quiero devolución a reclamarles a ellos. El rentacar se lava las manos. Así que a volver al aeropuerto para buscar otro coche de alquiler de una empresa seria y toda la mañana perdida para los cuatro que viajábamos.
Por supuesto, planteo reclamación de devolución ante el negociete, no sólo por la inmoralidad de la letra pequeña puñalera de contratación, sino por haber tenido el retraso precisamente por causas del mal servicio del negociete. La respuesta que os podéis imaginar
. A estas alturas del a película, esto es lo único que no fue sorpresa.
Me pregunto, a cuantos más ha trincado este negociete, y veo que no soy ni más mi menos el unico.
Me pregunto cómo se califica el ilícito de una doble venta de un bien o servicio a la luz del código penal y si estos casos no se aproximan o encajan plenamente en ello.
Me pregunto como puede permitirse por la autoridades locales, autonómicas y nacionales que este tipo de negocietes pululen al acecho del turista desprevenido. Nada más entrar en la isla o el país, se llevarán el buen sopapo de que entran en tierra de Rinconete y Cortadillo.
. A estas alturas del a película, esto es lo único que no fue sorpresa.