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Tendremos una breve explicación de los motores del Skoda Kamiq Sport:
Primero hablaremos un poco referente al diseño del Skoda Kamiq Sport
El Kamiq no gusta a todos por su personal frontal en el que los grupos ópticos están separados según las funciones. Es una solución ya vista en otras ocasiones que aquí genera algunas discrepancias pero, en conjunto, creo que rebosa estilo. Posiblemente no sea de los productos que enamore al primer vistazo, pero sí una vez te acostumbras. La vista de perfil es en cambio bastante discreta. Dependerá del equipamiento elegido que pueda lograr mayor empaque. En el caso de la unidad probada, las bonitas llantas de aleación, los cristales tintados, algunos detalles en negro y las barras de techo logran imprimir un toque dinámico muy atractivo.
La zaga es igualmente discreta. Sigue las pautas de estilo de los últimos Skoda, con unos pilotos que parece podrían encajar en un Scala por sus formas. El portón de gran tamaño y el difusor inferior en color plateado son algunas de sus señas de identidad, además de no haber salidas de escape a la vista. Skoda ha apostado por mantener la línea de diseño que hemos visto en otros de sus SUV como el Kodiaq, aunque en un formato más reducido. Y como en estos coches, la estética es arriesgada, que destaca por un frontal poderoso y muy personal. Los grupos ópticos están separados entre sí en base a su función y su parrilla, pintada en negro con cromados en el borde, ofrece una sensación de estar ante un vehículo de mayores dimensiones.
Interior del Skoda Kamiq Sport
Para ser un vehículo del segmento B-SUV, el Kamiq es un automóvil muy bien presentado. A destacar los materiales acolchados en las zonas superiores que a buen seguro el SEAT Arona le gustaría disfrutar. También las manetas de las puertas, los apliques decorativos y el cuero usado para el volante transmiten calidad. Lo primero en lo que uno se fija al entrar en este Skoda Kamiq es en los asientos. Además de lucir un acabado deportivo gracias a su formato baquet, parecen bastante cómodos. Y una vez sobre ellos, esa sensación se confirma: el confort es elevado y en curva sujetan de maravilla.
En general, el coche luce altos niveles de calidad para el segmento y rango de precios en el que está. Los materiales acolchados tienen un buen tacto y el diseño escogido para el salpicadero, que da mucha importancia a los detalles cromados, es acertado. Desde luego, en aspectos generales este Skoda Kamiq está muy bien presentado.
Habitabilidad del coche Skoda Kamiq Sport
En comparación con los otros productos del segmento B-SUV, el Kamiq de Skoda queda bien parado por espacio y modularidad. En las plazas delanteras la sensación de desahogo es buena, especialmente si se opta por el techo de cristal que añade mucha luminosidad. Con este último elemento habrá que vigilar la altura libre disponible, que resta algunos centímetros importantes para los usuarios más altos. En cuanto al maletero, la capacidad mínima es de 400 litros que se pueden ampliar retirando los respaldos posteriores y la bandeja. Es un volumen correcto, idéntico al del SEAT Arona y algo más grande que en un Volkswagen T-Cross (385 litros aunque tiene banqueta deslizante).
Motorización del Skoda Kamiq Sport
En gasolina están los 1.0 TSI de 95 y 115 CV, y el 1.5 TSI EVO de 150 CV. Las dos opciones más potentes se pueden pedir con cambio manual de seis velocidades o con la caja DSG de doble embrague. Si lo tuyo es el diésel, el Kamiq se puede comprar con el bloque 1.6 TDI de 116 CV tanto con cambio manual como con la DSG. La alternativa más «verde» es la que puede usar gasolina sin plomo y gas metano. Se denomina 1.0 TGI, tiene 90 CV de potencia y se asocia a la caja manual. Es la única opción de la gama con etiqueta ECO.
El propulsor gasolina 1.5 de 150 CV me ha sorprendido por su capacidad para mover con soltura el Skoda Kamiq y creo que es el motor que mejor le sienta a este SUV. Esto se debe a su equilibrio entre prestaciones, suavidad y consumos. A la hora de rodar con este motor de cuatro cilindros, el Skoda Kamiq destila refinamiento. Las aceleraciones son muy buenas y las reacciones del coche al tacto del acelerador son magníficas. A ello hay que sumarle su combinación con el cambio DSG de doble embrague, que aunque da algún ligero tirón en marchas cortas que no he sentido en otras ocasiones con este cambio, ofrece un confort de conducción elevado.
